Luego de tanto tiempo de espera, el momento ha llegado, el titán Atlas regresa del olvido. Enviado por Cronos, viene a vengarse de los dioses y a recuperar el poder que a él, y a sus hermanos, le han arrebatado. En esta oportunidad, campistas y cazadoras tendrán que unirse para derrotar al poderoso enemigo. Desafortunadamente, el destino no está de su lado, el mismo oráculo les ha revelado que no todos regresaran con vida de esta aventura.

Escrito por Rick Riordan, Percy Jackson y la maldición del titán es el tercer libro de una de las sagas más populares de nuestra generación: Percy Jackson y los dioses del Olimpo. Con un total de 320 páginas, esta historia me hizo volver a desear que las antiguas leyendas griegas fueran reales.

Si enfrentarse al dios de la guerra y a un gigante cíclope no fue suficiente para acabar con la paciencia de Percy, una llamada de socorro de su mejor amigo Grover le recordara que ni en vacaciones de invierno puede descansar de ser un semidiós. Junto a Annabeth y Thalia, acudirá a auxiliar a su amigo, pero el encuentro con una manticora y la aparición de la diosa Artemisa, dificultarán bastante las cosas. 

Debido al secuestro de uno de sus amigos y el regreso de Atlas, el destino forzará a Percy a cumplir la maldición del titán. 

Hace unos días, cuando ordené mi biblioteca, me di cuenta de que había dejado a la mitad las reseñas de esta saga, por lo que me puse manos a la obra. Sin mentir, ni exagerar diría que ``La maldición del titán” es uno de los mejores libros escritos por Rick Riordan, solo superado por ''El último héroe del Olimpo.”

Ahora toca hablar de uno de los personajes más esenciales de todo el relato: las cazadoras de Artemisa, las cuales son un grupo de mujeres que acompañan a la diosa Artemisa en sus aventuras, lo único que deben hacer es cumplir la promesa de nunca relacionarse románticamente con un hombre. Seré sincera, al principio odié a estas chicas, sus personalidades tan egocéntricas hicieron que las detestara inmediatamente y al tener ideales tan... radicales, me hizo pensar que la combinación entre campistas y cazadoras sería un desastre. Aunque tuvo sus momentos tensos, fue un riesgo que salió asombrosamente. Las amistades tan inusuales entre ellos surgieron de forma natural y al final de la historia yo ya estaba preparada para recitar el juramento de las cazadoras. Con este grupo, Rick, descarto al trío de oro que este género literario nos tiene acostumbrados. Lo único que critico es que me hubiera gustado ver más a Annabeth, pero entiendo que debían dejar a otros personajes brillar. 

En conclusión, creo que se nota mucho que adoro este libro, lo leí a principios del 2021 y fue una de mis lecturas favoritas del año.