Sinopsis oficial del libro “Almendra”: Yunjae tiene dieciséis años, está en la edad de las emociones desbordadas, el amor y la rabia. Pero las amígdalas de su cerebro son pequeñas, más pequeñas que una almendra y, como consecuencia, Yunjae es incapaz de sentir nada. 

Educado por su madre y su abuela, aprende a identificar las emociones de los demás y a fingir estados de ánimo para no destacar en un mundo que pronto lo tachará de extraño. «Si tu interlocutor llora, tú entrecierra los ojos, baja la cabeza y dale una suave palmada en la espalda», le dice su madre. Así construye una aparente normalidad que se hace trizas el día en que un psicópata ataca a ambas mujeres en la calle. Desde entonces, Yunjae debe aprender a vivir solo, sin deseo de derramar una lágrima, sin tristeza ni miedo ni felicidad.

A Yunjae le tienden la mano personas improbables: un antiguo amigo de su madre, una chica capaz de romper certezas e incluso un abusón con más afinidad de la esperada. Los tres quebrarán la soledad del protagonista de Almendra.

Almendra es un libro autoconclusivo escrito por la autora surcoreana Won-Pyung Sohn, que durante la pandemia obtuvo mucha popularidad entre la comunidad lectora de las redes sociales. Fue por esta razón que, cuando una amiga ofreció prestármelo, no dude en aceptarlo, aunque ni siquiera sabía de qué trataba. 

Este libro podría entrar en el género de “novela juvenil”, pero ciertamente rompe los estereotipos que se le han asignado a ese estilo de ejemplares. No es ni un romance empedernido, ni una fantasía renacentista. Es la historia de un joven con alexitimia, trastorno que lo hace incapaz de responder con emociones a los estímulos internos y externos. Por esa razón, en un mundo tan sentimental, encuentra complicaciones para crecer y desarrollarse. 

Realmente me alegró leer una novela diferente, que demuestra que un relato orientado a los jóvenes no siempre está mal escrito o es repetitivo. 

Almendra está divida en 4 partes, aunque podría resumirse a 2. La primera trata de la vida de Yunjae, el protagonista, junto a su diminuta familia. Es aquí donde se explora la forma en que sus allegados manejan y visualizan su trastorno, los cuales se desviven por ayudarlo y hacerlo feliz. Sin embargo, tal vez sus métodos no son los más adecuados. 

Es esta la parte más interesante del ejemplar, no solo porque uno, como lector, empieza a entender y familiarizarse con su enfermedad; sino porque podemos ver, a través de los ojos del protagonista, como la sociedad trata a alguien con una “discapacidad”.

Además, se plantea un hecho catastrófico que, no lo voy a negar, es llamativo: el ataque callejero del que son víctimas su abuela y su madre. Desde el principio te hablan del acontecimiento, para después retroceder varios años, aportándole algo de intriga y suspenso al libro. Yo deseé llegar a los capítulos que nuevamente hablan de este suceso para entender la reacción de Yunjae y ver cómo sería su vida después de eso. 

A partir de aquí empieza lo que yo considero como la segunda parte del libro, que se centra en la vida independiente de Yunjae, luego de perder a su familia. En este apartado aparecen nuevos personajes bastante atípicos y complejos, que le enseñan el valor de la verdadera amistad y lo ayudan a sentir. 

Ok, sé que la enseñanza de este ejemplar puede parecer usual, y si puede serlo. Lo interesante es la forma en que la autora decidió transmitir estas enseñanzas, mediante personajes que muchos podríamos considerar antagonistas o grandes amores. 

Pese a ello, tengo que admitir que esta segunda mitad me pareció menos entretenida que la primera y, tal vez, un tanto repetitiva, lo cual no es 100% negativo tomando en cuenta de que se buscaba mostrar la nueva cotidianidad del protagonista. 

Lo que sí puedo afirmarles es que no me gustó el final del libro. No solo porque lo sentí fantasioso y superheroico de la nada, sino porque termino muy… ¿Feliz? Soy consciente que con ese último comentario algunos dejaron de tomar en serio mis opiniones (xd), pero realmente puedo explicarlo. 

La vida de Yunjae nunca fue fácil por su enfermedad, especialmente después del ataque que sufrieron sus familiares, que lo dejó solo. Hechos que no tenían una aparente solución. A su vez, los capítulos finales nos presentaron una situación tensa, casi de vida o muerte. No obstante, la mayoría de estos hechos se resuelven de un capítulo a otro, lo que me dejó un sabor agridulce, pese a que técnicamente todo terminó bien.

Nuevamente destacando puntos positivos, Almendra está narrado en primera persona y de una forma que hizo que sintiera que estaba leyendo una especie de “libro de memorias” escrito por el protagonista. Por esta misma razón, la novela se me hizo rápida de leer y fácil de imaginar. 

En general, tengo una relación un poco contradictoria con este libro. No sería el primer ejemplar que te recomendaría que compraras, pero si ya lo tienes, te diría que te lo leyeras pronto, ¿tiene sentido? Puedo entender su popularidad, pero creó que pudo ser mucho mejor. Si ya lo leíste, ¿compartes o contradices mi opinión?

-Dani23