Sinopsis oficial de “La casa en el mar más azul”: Trabajo, trabajo y más trabajo. Linus Baker podría ser una persona cualquiera, en un lugar cualquiera, viviendo una vida cualquiera. Él estaba convencido de esto, y si tú lo hubieras conocido, tampoco habrías dudado en asegurar que Linus pertenecía al montón, ni más, ni menos. Y así era, hasta el día en que este funcionario del Departamento de Jóvenes Mágicos es llamado por Altísima Dirección para supervisar un orfanato del que apenas hay registros.

Con esta nueva tarea entre manos, Linus viajará a la isla de Marsyas, donde deberá supervisar a seis huérfanos catalogados como peligrosos (hablamos del futuro Anticristo, entre otros) y a su enigmático cuidador. Ahí, deberá dejar de lado sus miedos y prejuicios, que no son pocos, para darse cuenta de que lo que realmente tiene que hacer no es aquello a lo que le han enviado. Porque en Marsyas, Linus descubrirá que el camino a la felicidad es distinto para cada uno de nosotros, y, que si te atreves a recorrerlo, llegarás al lugar donde te encontrarás a ti mismo.

Escrito por T.J. Klune, “La casa en el mar más azul” es un libro autoconclusivo que cuenta con una narración en tercera persona. Pese a que tiene capítulos bastante largos, el ejemplar posee un ritmo rápido que me permitió terminar de leerlo en 3 días. 

Respecto a la historia, esta, a simple vista, puede parecer sencilla y no voy a negar que en algunos aspectos lo es. No obstante, la obra maneja tramas relacionadas con el autodescubrimiento, la deficiencia gubernamental y el racismo, que convierten el relato en una crítica social. 

Eso sí, los motivos que impulsan el inicio del argumento principal tienen una explicación ambigua y que ojalá se hubieran detallado más. 

Sobre los protagonistas, Linus me es… ¿Indiferente? Es decir, me gusta como personaje, pero no es lo primero que se me viene a la cabeza cuando pienso en el libro, ya que carece de esa chispa necesaria en los protagonistas. 

Sin embargo, estoy segura de que esta fue la intención del escritor, pues Linus es presentado cómo alguien que ha sido consumido por la rutina y por su labor, que poco a poco se da cuenta de cuál es su lugar en el mundo. 

El otro protagonista es Arthur, el cuidador del orfanato de Marsyas, quien, como lectora, capto más mi atención que Linus, por todos los secretos que oculta y por su pasado tormentoso. Pero analizando críticamente, me doy cuenta de que la obra da escasa información sobre su personalidad y sus sentimientos ante ciertos hechos, que me hubiera gustado leer.

Los personajes secundarios fueron lo mejor del relato, los cuales diferenciaron al libro de otras obras de fantasía e hicieron que puntuara esta historia con 4 estrellas en vez de 3. El más destacado es Lucy, el anticristo, quien, con sus comentarios intimidantes, su sarcasmo y su extraño sentido del humor para un niño de 6 años, se ganó todo mi amor.

En cuanto al mundo donde ocurre la trama, este me parece algo confuso y desaprovechado, ya que tiene elementos que fueron explicados de forma vaga o que fueron dejados inconclusos. Ciertos aspectos del universo se caracterizan por ser bastante distópicos (como un sistema autoritario), pero que tuvieron una resolución demasiado apresurada. 

Por otro lado, la narración también se concentra en el romance de Linus y Arthur. El inicio de su relación no me gustó, pues se basó en el último diciéndole de la nada al primero que era perfecto y que debía confiar en sí mismo. Es decir, al principio sentí que su vínculo era un poco apresurado.

No obstante, a lo largo de los capítulos ocurrieron algunos momentos entre ellos que me parecieron adorables y que permitieron el desarrollo de una verdadera confianza. Dichos instantes consiguieron convencerme y cautivarme. 

Al mismo tiempo, el autor se esforzó en crear una relación de paternidad entre Linus y los niños del orfanato, la cual logró sin ningún inconveniente. Esta relación progresó de manera calmada, forjando un fuerte enlace que sustituyo los prejuicios de ambas partes, por cariño. Como lectora que seguía las acciones de Linus, yo también sentí que era parte de una nueva familia. 

En resumen, “La casa en el mar más azul” es un libro entretenido, que toca temas de trascendencia social, pero que no ejecutó de la mejor manera algunos aspectos importantes. Me gusto lo suficiente cómo para querer leer el nuevo proyecto de T.J. Klune. Si quieres una lectura divertida, llena de crecimiento personal y de amor romántico y paternal, este es tu ejemplar. 

-Dani23