Yo sé que este título es bastante controversial. Soy consciente que el debate de “cuál es mejor, libro o película” siempre despierta pasiones. Especialmente porque, para mí, la cinta del 2020 es mucho mejor que lo escrito. Decir esto abiertamente puede atraer críticas, pero puedo defender arduamente mi opinión. 

“Emma” es un libro autoconclusivo, actualmente clasificado cómo “comedia romántica”, que fue escrito por la británica, Jane Austen, y publicado en 1815 (sí, vengo a criticar un ejemplar de más de 200 años). Esta novela es uno de los trabajos más populares de la autora, junto a “Orgullo y Prejuicio”, “Persuasión” y “Sensatez y sentimientos”; sin embargo, hay un total de 7 obras registradas a su nombre. 

La presente historia ha tenido 7 adaptaciones para el cine y la televisión. Incluso, el icónico filme de Clueless está basado en este relato. Pero de todos aquellos trabajos audiovisuales, es “Emma”, cinta estrenada en el 2020 y dirigida por Autumn de Wilde, la protagonista de esta comparación.

La historia se trata de Emma, una joven de 21 años perteneciente a la clase alta rural inglesa. A diferencia de la gran mayoría de protagonistas de esta escritora, Emma es bastante rica y tiene el privilegio de no necesitar casarse para poder sobrevivir en el futuro. Por esta razon, pasa sus días cuidando a su padre y siendo la casamentera de su poblado, descartando continuamente la posibilidad de casarse. Sin embargo, durante la trama descubre que está enamorada del Señor Knightley, un hombre adinerado de 37 años que es amigo cercano del padre de Emma. 

Empecemos con el romance… literalmente no hay una pizca de química entre la protagonista y su interés romántico a lo largo del libro. Su relación, hasta el final, se asemeja más a un vínculo paternal que a uno romántico, debido a que el Señor Knightley vive regañando a Emma por sus acciones. 

Ella sí se merece estos regaños, pues es una chica rica que no entiende bien el impacto de sus acciones. No obstante, a mí me costó mucho emparejarlos teniendo en cuenta que sus interacciones se basan en una figura mayor sermoneando al joven que tiene a su cuidado. Sinceramente, no sé en qué momento Emma se enamora de él, ya que su romance nunca avanza. Por ende, en el momento que ellos se confiesan su amor, lo sentí sumamente forzado y carente de sentido.

Con este amorío tengo otro problema: la gran diferencia de edad. Soy consciente de que este es un libro de más de 200 años; en ese entonces no era malo que una mujer y un hombre se llevarán 16 años de diferencia. La cuestión es que yo soy una joven del siglo XXI, cuya mentalidad, entorno y crianza son muy diferentes a como era en aquella época. 

No niego el gran valor histórico y documental que tiene, pues, al estar escrito por alguien que vivió en ese periodo, nos brinda un retrato fiel de cómo era la civilización, las relaciones sociales y los valores del Siglo XIX. Pese a ello, la frase de “No juzgues el pasado con los ojos del presente" siempre la he considerado absurda, puesto a que, para lograr eso, tendría que desconectarme de mis principios éticos, vivencias, aprendizajes, opiniones, gustos, etc. Es decir, todo lo que me hace yo. 

Por lo que sí, esta diferencia de edad me resulta problemática y me refuerza la sensación de que este es un vínculo padre e hija, debido a que realmente podría ser su padre. Además, hay comentarios del ejemplar que son extremadamente polémicos, aunque, nuevamente, soy consciente que en 1800 no lo eran. Por ejemplo: 

“No podía pensar en usted sin mimarla, con defectos y todo; y a fuerza de encariñarme con tantos errores… Creo que he estado enamorado de usted por lo menos desde que tenía trece años”. (Emma, 1815, pg. 305). 

Lo anterior son unas palabras que el Señor Knightley le dedica a Emma cuando ya son novios. Creo que no tengo que explicar lo horrible de esto; simplemente demuestra lo normalizado que estaban los comportamientos pedófilos en dicho siglo. Incluso, la respuesta de Emma es casi peor, ya que le dice, entre otras cosas, que también llene de cariño a Anna Weston, la hija recién nacida de sus amigos, como lo hizo con ella, pero que no se enamore de la pequeña cuando este tenga 13 años. 

Ahora vayamos con la película. En el filme, el Señor Knightley sigue siendo un amigo cercano del padre de Emma y su relación sigue estando basada en regaños. La cuestión es que aquí no se hace mención de la diferencia de edad y mucho menos de esos comentarios raros. 

Uno sabe que ellos no son contemporáneos, puesto a que Knightley tiene una visión del mundo más madura. No obstante, las enseñanzas que le imparte a Emma se sienten como si un amigo, al que le ha tocado asumir ciertas responsabilidades desde hace tiempo, te explica cosas que tú aún no has vivido.

En este caso, su vínculo sí evoluciona. Llega un punto en el que las usuales peleas y reprimendas dan paso a un enlace más cordial de amigos. Y cuando Knightley se pelea con ella, la decepción que muestra no es la de un padre, sino la de un enamorado que esperaba más de su amante. 

Aquí ellos sí tienen química y les podría describir a la perfección cuál es la escena en la que Emma y Knightley se dan cuenta de su amor. Ocurre en un baile, donde Knightley, pese a odiar bailar, decide bailar con Emma. Este mismo acontecimiento ocurre en la obra, pero allí la escena termina justo cuando van a ir a bailar y se desarrolla de manera muy sosa. 

En cambio, en el filme se muestra toda su danza. Las interacciones de ambos están impregnadas de un alto grado de tensión romántica y sexual. Es una escenaza. 

Asimismo, después de esto suceden situaciones, algunas que ni siquiera son parte del libro o no pasan cómo se describen en el papel, que aumentan mil veces más esa tensión. Incluso diría que hay una especie de rebeldía y melancolía en su romance, que para nada tiene la novela. 

Respecto a la protagonista, en la obra Emma es insoportable. Al principio, esa es la intención, pues la idea es que crezca y aprenda a que no debe de meterse en la vida de los demás y que debe de tener mucho cuidado con sus palabras y acciones. Pero, sinceramente, para mí ella no aprende nada o, mejor dicho, aprende de una manera egoísta, si es que eso tiene sentido.  

Les voy a poner el ejemplo más obvio: parte del ejemplar se centra en que Emma tiene una nueva amiga, llamada Harriet, quien no conoce a sus padres y no posee títulos, ni riquezas. Es decir, en ese entonces era de las peores pretendientes que un hombre puede tener. Pese a ello, Harriet está enamorada de un granjero y, aparentemente, su romance es correspondido. 

Sin embargo, Emma considera que, por ser su amiga, ella debe apuntar a un pretendiente de un mayor nivel social y la obliga a rechazar al granjero. Al mismo tiempo, la empareja con otros hombres y, obviamente, la termina lastimando. Ya casi al final, Harriet le confiesa que está enamorada del Señor Knightley y es allí cuando la protagonista se arrepiente de todo lo que le ha hecho. 

Su arrepentimiento no se basa en el daño que le ha causado, ni que la separó del que podía ser el amor de su vida. Si no en que, por su culpa, Harriet se cree más de lo que realmente es y se ha vuelto una mujer ambiciosa. Además, decide comprometerse con Knightley sin importar que Harriet le haya confesado sus sentimientos y para que las cosas no sean muy incómodas en el pueblo, envía a su amiga a Londres por una temporada. 

Todo al final termina bien para Harriet, pero es porque ella misma se vuelve a reencontrar con el granjero y se vuelven a enamorar. Es allí que Emma se siente aliviada y decide ya no ser casamentera. Para mí es imposible ver a la protagonista como una buena persona después de esto y su crecimiento me parece incompleto, ¿cómo realmente puedo sentir que un personaje aprendió de sus errores si no hizo nada, ninguna acción o sacrificio, para intentar repararlos? 

En la película, la situación es parecida al principio. Las cosas empiezan a ser diferentes cuando Harriet confiesa su amor y Emma se da cuenta de que ambas están enamoradas del mismo hombre y que una (o las dos) iba a terminar desolada. A su vez, al sentir el verdadero amor, se da cuenta de lo cruel que fue alejar a Harriet de su pretendiente inicial. 

Es aquí donde todo da un giro de 180 grados. Cuando Knightley le pide matrimonio a Emma, esta lo rechaza porque su amiga está enamorada de él. Citando una frase de esta escena: “No puedo romperle el corazón otra vez”. ¿Entienden la diferencia? 

Es la propia Emma quien decide ir a hablar con el anterior pretendiente de su amiga para confesarle que Harriet lo rechazó por culpa de ella y que está segura de que la joven lo sigue amando. Emma decide no oficializar su matrimonio al 100% hasta que su amiga vuelva a arreglarse con el granjero y todo lo relacionado con Londres y enviar a Harriet lejos, nunca ocurre. 

En este caso, si tenemos una protagonista que acepta sus errores, está dispuesta a hacer grandes sacrificios debido a ellos (no casarse con Knightley para no hacerle daño a su amiga) y sabe que ella es la que activamente debe de realizar alguna acción para solventar el problema que causó. 

Hay otros personajes, como Fran y Jane que tienen mayor profundidad en el libro. No voy a negar, si me hizo falta un poco de esa profundidad en el filme. Sin embargo, a estos individuos se les justifica de la manera más ridícula una cantidad de hechos atroces que realizaron contra Emma en el ejemplar, especialmente el primero, que no puedo más que odiarlos. Y aunque muchos no estén de acuerdo, si me gusta que no los haya “blanqueado” en la cinta. 

Ciertamente, la obra puede entrar en “comedia”, pero al haber sido escrito hace 200 años, el aspecto humorístico no es el mismo que hoy en día. Es una novela muy amena y refrescante de leer; no obstante, el enfoque cómico y teatral que se le dio a la película es infinitamente superior. Ya hemos visto demasiadas producciones de romance de época que son serias y sentimentales, no me parece mal que se les agregue un toque absurdo a las nuevas. 

Por último, porque si no esto podría ser eterno, tengo que reconocer que el filme no es 100% perfecto. Si me hicieron falta uno que otro acontecimiento del libro que pudo haber hecho que todo fuera más cómico y dramático, aunque también agradezco que le hayan quitado cosas que para mí no aportaban. 

En conclusión, la novela me decepcionó. Me habían hablado tanto de ella y lamentablemente no logró cumplir mis expectativas. Por el contrario, me contaron tantas cosas regulares del filme, que, al no esperar nada, terminé amándolo. Supongo que es porque modernizaron la trama. Ya hablaremos en algún momento si hacer esto está bien o es un sacrilegio contra los autores del pasado.

-Dani23

Reseña del libro "Magnus Chase: La espada del tiempo"

Sinopsis oficial del libro “Magnus Chase: El martillo de Thor”: Un objeto milenario ha desaparecido. Una amenaza se cierne sobre los nueve mundos. Magnus Chase no está preparado para el Ragnarok, pero ha llegado la  hora de invocar la espada del tiempo y pasar a la acción.

El martillo de Thor ha vuelto a desaparecer. El Dios del trueno tiene la  mala costumbre de extraviar su arma (total, solo es la fuerza más poderosa de los nueve mundos), pero esta vez no se ha perdido  exactamente, sino que ha caído en manos enemigas. Si Magnus Chase y sus  compañeros no son capaces de recuperar el martillo, los mundos mortales  quedarán totalmente expuestos al temible ataque de  los gigantes. El Ragnarok empezará. Los nueve mundos arderán. Pero por desgracia, la única persona que puede ayudarlos a recuperar el  arma es Loki, el peor enemigo de los dioses... y el precio que hay que pagar es muy alto.

Ya veremos si esta logra alcanzar a su antecesor, pero para empezar esta reseña diré que este ejemplar se puede resumir en 2 palabras: “absurdamente entretenido”. Un comentario tanto bueno, como malo. 

La historia se basa en un cabo suelto que dejó la anterior obra, enredando a los protagonistas en una búsqueda por el extraviado martillo de Thor, dándose cuenta de que son los peones de un juego mucho más grande creado por el mismísimo Loki.

La escritura de Rick siempre se ha caracterizado por su toque jocoso y jovial, metiendo a sus personajes en grandes líos y salvándolos de las maneras más surrealistas posibles. Al igual que caricaturizando a legendarias entidades mitológicas, logrando que estas, por asombroso que parezca, se sientan cercanas y podamos verlas representadas en personas de nuestro entorno. 

Aunque, obviamente, “Magnus Chase: El martillo de Thor” no es para nada la excepción a lo anteriormente mencionado, a veces en el libro se abusó de usar chistes muy tontos e infantiles, que más que acercar algunos dioses, los ridiculizaron (no sé si esa era la idea).  En serio, no sé cuántas veces leí las palabras “peo” y “Thor” en una misma oración. Sin embargo, el humor del libro sigue siendo bastante disfrutadle. 

Por otro lado, la manera en que los protagonistas se metían en problemas llegó a ser un tanto repetitiva. Sabía que, por más que las cosas estuvieran yendo mal, iba a ocurrir algo imprevisto que iba a complicar aún más la situación. Y bueno, que los lectores ya prevengan pequeñas complicaciones en los conflictos presentados no es lo mejor. 

Asimismo, en las obras de este autor es común los largos viajes a diferentes localidades en el que se obtendrá ayuda para vencer al enemigo; no obstante, aquí visitaron tantos lugares y el grupo de protagonistas se dividió tantas veces, que en ocasiones me perdía. Pero, no voy a negar, que menos que en el anterior volumen. 

A pesar de estos inconvenientes, este libro presenta un viaje entretenido por los 9 mundos nórdicos, lleno de experiencias divertidamente ilógicas y con mucho detalle a esta mitología y a su incorporación a nuestro mundo real. Como lectores, también nos convertimos en una ficha más del plan de Loki, descubriendo poco a poco, junto a los protagonistas, que es lo que está ideando y en quien podemos confiar. 

Sus personajes son su punto más fuerte. Curiosamente, aquí se dejó a Magnus un tanto de lado (tampoco tanto) para poder profundizar en sus compañeros, los cuales, en gran medida, seguían siendo un misterio y no habían sido explorados tanto como me hubiera gustado. 

Después de haber leído varios libros de Rick, aún me sorprende la capacidad que tiene para escribir gran cantidad de personajes tan diferentes e iconos, de complejos pasados y de carácter definidos, que, de alguna forma, trabajan bien entre sí. Estamos hablando que en esta saga existen elfos, enanos, metamorfosis y valkirias, con los que extrañamente puedes simpatizar o verte representado.

El villano principal es Loki, un manipulador y un mentiroso, del que nunca debes confiar, pero que nos deja pensando qué tanto de verdad hay en sus palabras. Es un buen antagonista, aunque parte del trabajo lo hizo la propia mitología. No obstante, la narración logra que sientas un poco de empatía por él, al mismo tiempo que deseas su derrota.  

Resumiendo, este fue un buen libro; no obstante, no mejor que el anterior. Ante ello, debo recordar que incluso sentí que el volumen antecesor estaba en la sombra de Percy Jackson, por lo que 3 estrellas me pareció una buena calificación para “Magnus Chase: El martillo de Thor” tomando en cuenta toda esta información. 

Esta historia, en una comparación rara, me recordó a Infinity War. Es decir, su trama y las cosas que ocurren tienen un sabor agridulce, pero dan pie a un potencial memorable desenlace. Ya veremos sí “Magnus Chase: El barco de los muertos” (la continuación) logra cumplir lo que está prometió. 

-Dani23

En 1949 fue publicado el libro de “El héroe de las mil caras” del escritor y profesor estadounidense Joseph Campbell, el cual cambió la forma en la que entendíamos la mitología y la literatura hasta esa época. 

En esa obra fue planteado el famoso “Viaje del héroe”, una estructura narrativa que establecía una serie de 17 etapas por las que pasaba la gran mayoría de los guerreros mitológicos durante su camino para convertirse en héroes, iniciando como hombres normales y terminando sus relatos como ídolos populares. Este incluía pasos cómo “la llamada a la aventura”, “el encuentro con la diosa”, “la negativa a regresar”, etc. 

Para 1992, el guionista estadounidense, Christopher Vogler, publicó su libro el “Viaje del escritor”, en el que resumía las 17 etapas propuestas por Campbell a 12 en total, haciendo alusión a los 12 trabajos que Hércules realizó en la mitología griega. Esta versión es la más conocida mundialmente y la que podemos detectar fácilmente en una gran variedad de películas y libros, por ejemplo: Harry Potter, El Señor de los anillos, Percy Jackson, Los juegos del hambre, Narnia, La guerra de las Galaxias, todas las de Marvel, entre otros. 

Además de lo anteriormente mencionado, Vogler analizó la existencia de 8 arquetipos de personaje presente en las historias que cumplen con este esquema narrativo. Siendo este el tema que trataré en este análisis, poniendo como ejemplo la famosa saga “Los juegos del hambre”, que se destaca por el recorrido que Katniss hace de ser una joven chica en el Distrito 12, hasta convertirse en la imagen principal de la revelion contra el Capitolio. Es decir, obviamente, todo el camino que reliaza Katniss la hicieron convertirse en un heroe.

Los arquetipos son modelos universales de personalidad o de comportamiento, que son utilizados para la creación de personajes en el cine o en la literatura. Cada arquetipo plantea una serie de características de conducta que el individuo debe de seguir para encajar en él. 

El primer arquetipo mencionado por Vogler es el del “Héroe”, quien, obviamente, es el protagonista de los relatos que siguen la estructura del “Viaje del héroe”.

Este sujeto se caracteriza por ser un líder nato, que infunde un gran respeto o admiración en su entorno, que va ganando mientras va llevando a cabo sus hazañas y recorre su camino. Los héroes son usualmente muy valientes, con un gran sentido de la moralidad y la lealtad, estando dispuesto a sacrificarse por sus seres queridos e, incluso, por el mundo, sin pensárselo 2 veces. Al fin y al cabo, es su gran osadía e instinto suicida, lo que les permite enfrentarse a sus enemigos y no dejarse manipular por ellos (por lo menos, no para siempre), hasta convertirse en verdaderos héroes. 

Es innegable que nuestra querida Katniss Everdeen entra en este arquetipo, no solo por el simple hecho de que es la protagonista de una trama que cumple con esta estructura, sino también por su sentido de lealtad hacia su familia, sus amigos y su distrito que la hacen realizar las hazañas más impensables. 

Algunos podrían decir que lo que realmente la motiva es su anhelo de venganza, algo que no es muy heroico, pero ese sentimiento es originado por el deseo de defender a las personas que ama, las cuales han sido dañadas por su enemigo, estando más que dispuesta a asumir las consecuencias.

Tampoco podemos olvidar que ella se transformó en el Sinsajo, la gran cara de la rebelión, aunque esto es, en parte, una farsa, no quita que se convirtió en un líder a seguir. 

El siguiente arquetipo son los aliados, que simplemente representa al fiel compañero del héroe, en el que puedo confiar y el que lo seguirá durante todo el camino. Aquí no hay mucho que decir, en esta parte entran personajes como Peeta, Gale, etc. 

De igual forma tenemos a la sombra, que representa al enemigo. Este es la personificación de las fuerzas que impiden al héroe cumplir su deseo, imponiéndose de manera directa o indirecta al protagonista. Usualmente, es lo contrario moralmente al héroe y es lo que debe de vencer para ostentar dicho título. 

En el caso de Los juegos del hambre, el papel de sombra varía dependiendo del libro. Además, se podría decir que algunas de las sombras de Katniss son conceptos. 

Si hablamos del primer libro, la sombra es el grupo de los profesionales, conformado por Clove, Cato, Glimmer y Marvel, que impiden que Katniss gane el juego fácilmente y regrese a casa. Ellos son contrarios a la protagonista: vinieron a matar y no les importa a quién tengan que enfrentarse, incluso si es una niña de 12 años. 

A su vez, se podría decir que los propios Juegos del Hambre son una sombra, ya que impiden que Katniss tenga una vida “normal” según los estándares de la sociedad, obligándola a hacer cosas en contra de su voluntad y teniendo que ganarlos para obtener el respeto de, literalmente, todo el país. 

En los otros 2 libros el villano es más claro: El presidente Snow, la gran autoridad dictatorial que fomenta esa diferencia social y la existencia de los Juegos que tanto jóvenes se han llevado. Es alguien manipulador y despiadado, que hará todo lo posible para perpetuar el sistema distópico que apoya, algo que, justamente, Katniss quiere eliminar. 

Por último, podemos incluir en este punto a la propia sociedad, que los obliga a vivir esa vida degradante. O la presidenta Coin, quien le termina quitando lo que más amaba a Katniss. 

El siguiente arquetipo es el del mentor. El mentor es el maestro del héroe, quien le ofrece enseñanzas que lo ayudarán a lo largo de su recorrido y le otorga un regalo (físico o metafórico) que se convertirá en un elemento identificativo del protagonista. Dicho personaje puede estar presente de manera directa o indirecta, lo importante es que guía al héroe a lo largo de su recorrido. 

Indudablemente, el mentor es Haymitch, quien intenta enseñarle a Katniss a sobrevivir en aquel mundo no solo con su fuerza, sino también con la capacidad de manipular a las masas por el diálogo. Gracias a él, Katniss se transforma en el gran sinsajo, una imagen rebelde que la representa cómo sujeto. No solo eso, él es el encargado de crear la narrativa de “los trágicos amantes” que salvó a Peeta y a Katniss de muchos conflictos. 

Sin él y sus enseñanzas de cómo actuar frente a las cámaras y al público, tal vez Katniss ni hubiera sobrevivido a sus primeros juegos. 

Ahora vienen los 4 arquetipos más difíciles. El primero es el de cambiaformas, que representa a los individuos que cambian de actitud o de lealtad antes los ojos del héroe. Es decir, que al principio el protagonista los veía como enemigos, y después como aliados, o viceversa. 

En este caso, entrarían Finnick, Johanna y la gran mayoría de los tributos de los 75 Juegos del hambre. La razón de esto es que al inicio Katniss los veía cómo otros enemigos a los que matar para que Peeta pudiera volver a casa.

Pero a medida que se van desarrollando esos juegos, ella los empieza a ver más como aliados que le salvaron la vida (aunque no entienda el porqué). Aunque sigue desconfiando, su percepción sobre ellos empieza a cambiar. Dicha impresión se modifica al 100% en el tercer libro, donde los ve como amigos por lo que daría su vida y en lo que puede confiar con los ojos cerrados. 

Incluso, aquí, tal vez podría entrar Peeta, quien, luego de ser sometido a las torturas del Capitolio, personifica a una arma creada por el gobierno para destruir a Katniss. Esta nueva versión de Peeta, impide cumplir su anhelo de tener una vida pacífica con él, deseo que poco a poco se estaba formando en la mente de nuestra protagonista. Es decir, pasa de amigo a enemigo y nuevamente, amigo. Tal vez, aquí puede entrar Coin, un individuo al que Katniss tiene cierto respeto, pero que después se transforma en un enemigo a la altura de Snow. 

Por otro lado, está el Guardián del umbral, un concepto que me costó entender. Este es un personaje o elemento que funciona como obstáculo para empezar la verdadera travesía. Digamos que es el monstruo que cuida la puerta de un castillo, en el cual encontraras un gran tesoro.

Se podría decir que en esta saga los guardianes del umbral son los Agentes de la Paz. Los enemigos que cuidan y mantienen la entrada de dicho sistema dictatorial en el que Katniss vive y que pretende vencer. No son el obstáculo mayor, pero sí el que impide vencer al pez más grande. 

Ya casi para terminar, está el Heraldo, el sujeto que le cambia la vida de héroe, puesto a que es el encargado de dar inicio a su aventura. Es el ser que presenta el desafío que deberá de enfrentar el protagonista y que lo obliga a salir de su zona de confort. Es decir, es el detonante de todo el conflicto. 

En los Juegos del hambre el heraldo es Effie, pues es quien saca el nombre de Prim, la hermana de Katniss, de la urna de candidatos para ir a los Juegos. Es por esta acción, que Katniss está forzada a ofrecerse cómo tributo por Prim.

Effie modifica significativamente la existencia de Katniss y lo que ella tenía preparado para su futuro, es la que trae el nuevo conflicto que esta tendrá que pasar: sobrevivir a los 74 Juegos del hambre y a todo lo que vendrá después de ello. Sin Effie agarrando ese papel exacto, tal vez nada del libro hubiera ocurrido. 

Por último, Vogler menciona el arquetipo del Tramposo. Este encarna a un sujeto ingenioso y de ambigüedad moral, del que a veces resulta difícil confiar. Puede estar representado cómo un villano, aunque no necesariamente tiene que serlo y se le asocia con un carácter sarcástico y jocoso. Su papel en la historia es principalmente el de causar caos o de romper el status quo que existe en el universo donde se desarrolla la trama, desafiando así, a la autoridad y a todas las reglas establecidas.

La mayor personificación del Tramposo, fuera de la obra comentada, es el dios nórdico Loki. Pero ahora hablando de Los juegos del hambre, en este arquetipo podría entrar Plutarch,un antiguo vigilante en jefe, un hombre que vive para el entretenimiento y sabe cómo manejar a su favor a las masas a través de este medio: mediante el dramatismo. 

Tiene un humor bastante particular y a veces cuesta saber al 100% a qué bando pertenece. En parte, es gracias a él, que se desata todo el caos en los 75 Juegos del hambre, pues fue uno de los creadores del plan para la destrucción de la arena y fue el encargado de preparar toda la indumentaria que los tributos necesitaban para escapar de allí. Además, fue uno de lo que se ocurrió la idea de grabar los propos o las propagandas con la cara de Katniss, para que alentaran a los rebeldes y causara más estragos en el capitolio. 

Espero que haya podido explicar bien todos estos arquetipos y cómo se ven representados en esta famosa saga. Cómo comente al principio, la estructura en la que están basados estos modelos es muy común en las historias de aventura o de fantasía, por lo que podemos encontrar estos mismos arquetipos en otra infinidad de producciones, siendo el ejemplo más común Harry Potter. 

¿En qué otros libros/películas han visto estos arquetipos?

-Dani23